sábado, 20 de octubre de 2007

Rally

Hoy, como todos los fines de semana, salí tarde a trabajar. Como todos los fines de semana que me quedo a trabajar viajo en solitario unos 15km. Es el momento en que mi cabeza (a pesar del sueño y de las pocas ganas que tengo) funciona en un 120% y como está más allá de su capacidad solo puede producir calentamiento, no es para preocuparse porque no llega a ser calentamiento global ni calentamiento hormonal.
Es calentamiento por la cantidad de sinapsis al vicio, es calentamiento porque se que a esa hora no puedo arreglar nada de nada, es calentamiento porque no puedo hacer que todos mis yos se pongan de acuerdo en algo; es calentamiento porque si grito ni yo me escucho.
Manejo con piloto automático, recién ahora descubro esta habilidad. Nunca la había tenido en cuenta. Ahora se que puedo masticar chicle y ver televisión.
Cada curva (y hay muchas) es un quiebre, es un nuevo problema sin solución a resolver. La tercera curva, esa que dobla con una ascendencia marcada, tiene su nombre; la quinta, anterior a la recta de los olivos tiene el nombre de mis frustraciones; la de la iglesia es la de los libres, la de los sueños; inmediatamente después de ésta hago un desvío, me voy por el río y ahí: ahí soy yo, por lo menos recupero parte de la frustración de no ser campeón de rally. Mi cabeza que era como el Senado de la Nación (donde cada senador quería tratar “su” problema al mismo tiempo que los demás y un vicepresidente que no le daba el cuero para acallarlos) ahora es simplemente relajación.

Al final me río solo. Una chiquilinada como jugar a ser campeón de rally puede más que todos los grandes y/o pequeños pensamientos filosóficos que tenía.

Juguemos…

viernes, 19 de octubre de 2007

Disperso

Tal vez tardé mucho en darme cuenta que las alas de mi conciencia flotaban sobre un quemado cañaveral.
Disperso…
Sueño con otro campo, eterno, mágico… pero lentamente me dejo llevar por el viento que me interna más y más sobre la quemazón. ¿Qué pasó con el guía? ¿dónde quedaron los carteles de “peligro camino sin retorno”?
Disperso…
Flotando en el aire tibio, entre la nada y el infinito, me agito, grito, me retuerzo; mientras las imágenes de mi pasado desfilan ante mi pidiendo que me perdone, que pida perdón. Cuantas veces, pregunto…
Disperso…
Mi vuelo no se detiene. Triste la visión de un espectador aéreo, triste cameraman detrás de un espejo falso que solo filma recuerdos inexistentes.
Disperso…
Escucho atento. Se (estoy seguro de ello) que en algún momento escucharé la melodía que me sacará de la orfandad de estos sentimientos maltrechos.
Disperso…

¿Volveré en mi? ¿Tendré la valentía de aceptar un nuevo idioma para mi alma?

viernes, 5 de octubre de 2007

Despertar

Estos días pensaba en todo lo que había escrito y lo que había leído. Solo me queda despertar, la amargura le teme a la vigilia. Debo emigrar hacia un cielo de otro color
donde las lágrimas dejen de llorar las miserias,
donde no haya manos vacías que sobresalten mi soledad,
donde no sean excesivos los naufragios,
las muertes,
la oscuridad,
el temor de caminar,
Despertar…
Ocurre en todos los casos que la esperanza está aislada y sin mensaje.
hay que transformar las ilusiones,
vender las lágrimas,
romper los falsos espejos,
soñar nuevos labios,
no entregarse más a la maléfica servidumbre.
Despertar…
Hay que ser un poco orfebres para suavemente ir modelando el sentido de melancolía. Solo me queda despertar, la tristeza le teme a la caída de las máscaras. Debo ser un artista en rivalidad con mi corazón y entender que
todo retorna,
los cuentos de oro pueden ser realidad,
la demencia puede convertirse en una agradable locura,
la luz no solo proviene de sus ojos
Despertar…

Despertar lentamente en el tiempo, en la sangre y en el alma.